28 enero 2006

Los maravillosos sprays DE PELO y la aventura de los "delincuentes más buscados"...


La historia llega al blog dos semanas después de que ocurriera. A petición de Scan me he decidido a contar un poco lo que pasó, y bueno, también porque hoy es uno de esos días en que no puedo estudiar.

Todo empezó como una noche normal y corriente en la que se hizo cena en casa de Velas. La cena más despoblada hasta el momento. Hubo ausencias notables y que, afortunadamente, de una "buena" se libraron. La cena trancurrió tranquila. Al terminar se procedió al preparado de "agua de valencia" (¿se llamaba a sí, verdad?), y con los típicos jueguecitos que se hacen con un dado, bueno, en nuestro caso "dado-goma". Después de un rato de piques en el transcurso del juego, Scan sacó su as de la manga: spray DE PELO, y empezó a hacer de las suyas. En principio, el peor amparado iba a ser Bañe, pero al final todos recibimos colorines en el pelo ¬¬.
Y después de este cachondeo salimos de fiesta.

Durante el camino yo me quise rajar e irme a casita (qué bien estaba yo sin dejarme liar), pero al final me convencieron y accedí a ir un ratín. Bueno, pues comenzamos nuestra marcha, no sin hacer un alto en el camino para adornar una pared (me abstengo de dar un nombre), con tan mala suerte de que fuimos pillados in-fraganti. A la vuelta de la esquina fuimos "asaltados" por una pareja de hombres que nos pedía la documentación. Lo primero que se me pasó por la cabeza fue: "estos son dos pirados que nos quieren tomar el pelo". Y me dieron ganas de cruzar a la otra acera, pero se me quitaron cuando, al pedirles la placa, leí "policía local". Quedé blanca.

Lo siguiente: entrega de documentación, llamada a coche patrulla "brigada especial", y comprobación de datos. Explicamos a los señores policías que el producto utilizado para decorar aquella fachada (tan vieja y fea) era spray DE PELO y no del otro, así que el artista en cuestión quiso ir a borrarlo. Y se borró en su mayor parte.

Y después de que ya nos hubiesen tomado los datos (DD, no nos ficharon) continuamos nuestra marcha hacia el húmedo. Pero ya no era lo mismo. Y pienso yo: " si otras veces vamos deleitando a los vecinos por la calle con la maravillosa canción de Camilo Sesto, ¿cómo es que nunca nos han parado por escándalo público? El caso era tocarnos la moral porque no son capaces de encontrar a los que realmente son grafiteros. Aunque según el policía, "muy entendido él en la materia", dijo que aquella firma era de PRO-fesional.

En resumidas cuentas, una anécdota para contar a los nietos.

10 enero 2006

Una canción para el recuerdo

Un buen día entrando en clase, encontramos a Sz tarareando cierta melodía que nos pareció de lo más variopinta. Estuvimos tarareando la susodicha canción durante mucho tiempo.


Powered by Castpost